(/)
(/)
(/)
Independientemente de que el diseño gráfico se considere como una práctica a un solo plano, cualquier proyecto forma parte del tiempo, y el tiempo sucede en el espacio como una cuarta dimensión (x, y, z + tiempo). GSD nos comisionó un documento con base en el tiempo, ya que debía comunicar una serie de eventos que sucederían en un periodo determinado. Más allá de su diseño, se convirtió en la documentación y el archivo de algo que sucedió. Las fechas, horas, lugares y personajes involucrados, fueron los contenidos que justificaron este proyecto. Nuestra propuesta fue muy sencilla, práctica y funcional.
Nuestro primer ejercicio fue alejarnos por completo del concepto clásico del cartel saturado de imágenes e información, así que decidimos poner a un lado las decisiones formales y estéticas, y enfocar nuestro punto de partida, en las técnicas de impresión y producción. Al diseñar a partir de esta premisa, el objetivo se centró en generar soluciones visualmente atractivas desde un punto de vista técnico. Plasmamos todo el tiempo que transcurriría y luego borramos los tiempos “muertos”, en donde no sucedía nada. Sin embargo ese espacio al que llamamos “negativo” en cuestiones de diseño gráfico, también transcurre, y es tan importante como el tiempo en el que las cosas suceden. Estos tiempos muertos se convierten en espacios para reflexionar y digerir información. Por eso nos pareció importante plasmar la línea de tiempo, como algo que es imposible de romper, pase lo que pase. Este material nos permitió trabajar en capas y estructurar los contenidos de acuerdo a su posición inamovible en el tiempo.
En este caso hay una retícula (oculta) que indica lo que está, lo que no se puede modificar —el tiempo: los meses, los días, las horas—, misma que es interrumpida por un pequeño reloj dibujado a mano. Ésta retícula permanece en el lugar que le corresponde en todas sus aplicaciones, desde el programa general hasta en los eventos individuales, y va impresa a la inversa, sobre el lado contrario del papel, simulando una primera capa. Por el frente como la otra capa de tiempo, se imprime la planeación de GSD para esta temporada, que se va acomodando a lo largo, y sobrepuesto en estos meses, días, horas. Al sacarle provecho a todos los espacios del papel (frente y vuelta) y gracias a la opción traslúcida que elegimos, tuvimos la oportunidad de generar un efecto visual en varias dimensiones, así que la idea original, pensada en un solo plano y desde una ventana digital, podía trasladarse exitosamente a la realidad física y convertirse en espacio. El hecho de trabajar con un material traslúcido también permitió que que el póster destacara entre los demás, al tiempo que en un espacio desordenado visualmente, su transparencia se muestra como un acto de respeto hacia los demás pósters que quedan detrás, asegurando que siempre serán visibles.