América Latina como tal no existe, al menos oficialmente: no tiene bandera, ni moneda, ni himno. ¿Por qué es tan difícil definirla? Porque América Latina es increíblemente diversa.
La tipografía personalizada de El Museo del Barrio combina todas las tradiciones populares con las prácticas vanguardistas, superponiendo la imaginaría tropical con la modernidad racional. Conceptualizada a partir del punto exacto en el que una línea recta adquiere una dimensión performativa. Esta tipografía propone una ruptura con la abstracción geométrica formalista del diseño tradicional respondiendo a un determinado contexto económico, político y social con elementos inesperados y descriptivos.
Con su propia ideología y estética, consigue definir múltiples culturas, o mejor dicho, una intercultura como entidad única y definitiva.
Para las comunidades latinas, caribeñas y latinoamericanas, los símbolos culturales como formas, lugares, colores o texturas específicas, adquieren una importancia particular ya que se relacionan con emociones familiares que las hacen sentir personales. La combinación de estas particularidades construye nuevas narrativas, que no son las mismas que las de la cultura occidental tradicional. Al igual que en el arte latinoamericano, en este proceso de diseño nos mueve la ambición de darle importancia a la función social, política e ideológica.